Miles de damnificados veían con mucha pena su tragedia, pero no tenían desconsuelo, pues gracias a que Zacatecas es gobernado por una perredista, gobierno federal actuó inmediatamente, mucha ayuda, doctores, gobernación, el presidente (que solo camino 4 cuadras y se fue), secretarios de estado rodeados de achichincles, maquinaria pesada, el ejercito y su plan DN III, una senadora llorando con la gente mayor, la PFP patrullando, en fin.
Algo que me quedo muy claro fue que los colores partidistas, los revanchismos y el quedar bien ante Juan Pueblo, llenaron de esperanza una tragedia.
Ojala los gobernantes actuaran así en todas las tragedias, ayudando, y no jodiendo, brindando auxilio y no estar preocupados por llevar agua a su partido. Esta ayuda debe llegar a los miles de mexicanos que viven en plena desatención. Porque la naturaleza debe sacudirnos para que esa lucha de partidos políticos vuelva la cara a las comunidades necesitadas, como ha pasado en el sur del país.
Resulta absurdo y ridículo que cuando este tipo de eventualidades llegan y golpean a las comunidades menos privilegiadas, los políticos de todos los rangos se vuelcan a la zona afectada para "ayudar", para mostrar su solidaridad, ante los medios primeramente, y luego si hay tiempo ante el pueblo.
Estoy conciente que no descubro el hilo negro con escribir este texto, pero la duda que me salta es porque tenemos que estar viviendo esto año tras año sin hacer nada, hasta cuando vamos a tolerar este tipo de acciones, este tipo de comportamientos, hasta cuando vamos a seguir siendo parte del juego de esta cuestión de colores.
No hay comentarios:
Publicar un comentario